Revisamos el crecimiento económico proyectado para 2021 a 6,5% desde 7,0% en un año definido por las elecciones legislativas de noviembre, y donde lo peor de la pandemia parece haber quedado atrás. Puntos clave:
• Luego de una aceleración de contagios en abril y mayo, los casos están disminuyendo mientras se acelera el plan de vacunación. El 60% de la población contaría con las dos dosis a fin de año, bajando las probabilidades de impacto económico por la pandemia en 2022.
• La actividad arrancó débil el año y desaceleró más durante el 2T21 con las medidas sanitarias en mayo. Por eso revisamos el crecimiento a 6,5% en 2021. Para el año que viene esperamos un crecimiento de 3,5%, ya que en 2022 se terminarán de regularizar las actividades afectadas por la pandemia, pero la economía deberá comenzar a corregir los desequilibrios acumulados en los años previos.
• La inflación se mantuvo elevada en el primer semestre del año, en línea con nuestra proyección de 50% anual para 2021. En respuesta, el gobierno desaceleró sustancialmente la depreciación del tipo de cambio, frenó subas de tarifas y recurrió a controles de precios y exportaciones, aunque por ahora estos instrumentos muestran baja eficacia. Para 2022, elevamos la previsión de inflación a 50% ya que el próximo año deberán comenzar a corregirse los precios atrasados. Creemos que el BCRA tiene poder de fuego para contener al tipo de cambio por debajo de la inflación hasta las elecciones, y que no moverá las tasas de interés hasta entonces.
El consumo total comenzó julio con un leve crecimiento devolviéndolo a los niveles previos a la pandemia, aunque menores que en el mismo período de 2019. Se destacan principalmente los incrementos en rubros asociados al turismo y al ocio. Puntos clave:
• Los gastos en bienes comenzaron a recortar su caída interanual de las semanas anteriores y se encaminan a recuperar el lugar cedido a los gastos en servicios, los cuales se han desacelerado notablemente.
• En la comparación internacional, queda en evidencia el rezago de la evolución del consumo total en Argentina comparando la performance de otros países del Grupo BBVA donde se realiza el mismo monitoreo.
• Se destacan las subas en el nivel de gastos de aquellos relacionados al turismo, al ocio, a la gastronomía y a la indumentaria, como consecuencia del advenimiento de las vacaciones de invierno, el impacto del medio aguinaldo, la flexibilidad de las restricciones a la movilidad y la habilitación de nuevas actividades debido al avance en la campaña de vacunación y a la menor tensión sobre el sistema hospitalario.
El consumo total volvió a crecer en la comparación interanual; sin embargo, el nivel de gasto no logra recomponerse de forma sostenida. Puntos clave:
• El consumo total con tarjetas estuvo impulsado por la evolución de los gastos en servicios más que los de bienes. Sin embargo, el nivel de las compras apenas logra rozar por momentos el registro previo a la pandemia.
• Los rubros de indumentaria reaccionaron a las compras del Día del Padre así como las actividades gastronómicas crecieron ante el levantamiento de las restricciones de movilidad. Rubros asociados al turismo mostraron incrementos en vistas de las vacaciones de invierno.
• Los retiros de efectivo en cajeros automáticos mantienen la tendencia de mayores saldos reales por extracción.